El ecualizador y el ajuste remoto utilizan la misma implementación fundamental. Cuando se aumenta o disminuye el ecualizador o el ajuste remoto, hay una compensación de ganancia que se aplica al ajuste base. El efecto de un ajuste depende de la dirección del cambio (arriba o abajo) y del nivel de entrada (suave o alto). 

La premisa básica es que: 

Cuando se aumenta el nivel de compensación de la ganancia, la ganancia de las entradas suaves se incrementa más que la de las entradas fuertes.

Cuando se aumenta el nivel de compensación de la ganancia, la ganancia de las entradas suaves se incrementa más que la de las entradas fuertes.

La compensación aplicada por el ecualizador y por el ajuste remoto son adicionales, lo que significa que es posible "maximizar" la eficacia de los mismos si el ajuste de su cliente está cerca del máximo rendimiento. Si esto sucede, la realidad es que cuando el cliente va a aumentar el cambio un valor del ecualizador puede no experimentar ningún incremento en el rendimiento del sonido.

Si esto sucede, le recomendamos que el cliente venga a la clínica y actualice su adaptación. 

También recuerde que cuando su cliente aplica un ajuste remoto, el ecualizador se reajusta a cero. Esto le permitirá a su cliente escuchar los cambios exactos que usted hizo y, si lo necesita, puede refinar aún más su experiencia auditiva con el ecualizador después.